Colapso en Bodegas Courier por Abandonos

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Gremio de empresas de courier advierten inminente colapso tras miles de encomiendas abandonadas en el Aeropuerto de Santiago.

La avalancha de compras provocada por el comercio electrónico durante la pandemia impulsaron las importaciones. La otra cara de la moneda es que el abandono de los paquetes, por distintas circunstancias, tiene saturado el sistema, advierten desde Atrex. Aduanas se defiende de las críticas y transfiere a los operadores la responsabilidad de tener la infraestructura adecuada.

Para muchos compradores digitales, el robustecimiento de los canales de e-commerce ha significado un mejoramiento en sus experiencias de entrega de productos. Pero no todo ha sido bueno. La otra cara de la moneda son los retrasos derivados del alto flujo de envíos. Las empresas de courier acusan que existen miles de paquetes abandonados en el principal aeropuerto de Santiago, lo que las tiene al borde del colapso.

Y no son decenas ni cientos, sino miles de cajas y bolsas dejadas a su suerte las que hoy complican a la Asociación de Transporte Expreso de Chile (Atrex), que reúne a 24 grandes, medianas y pequeñas firmas de courier que operan en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

Según cuentan el presidente de Atrex, Jaime Dacaret, y el gerente general del gremio, Luis Miranda, los volúmenes de encomiendas han aumentado más de seis veces en relación a los años prepandemia. Y si bien desde el gremio han ofrecido soluciones, aseguran que estas no han sido bien recibidas por el Servicio Nacional de Aduanas: la falta de respuestas atemoriza a Atrex ante la cercanía del fin de año, donde se produce el peak en el flujo de encomiendas que podría colapsar los servicios de entrega.

Jaime Dacaret y Luis Miranda
a De izquierda a derecha: Jaime Dacaret y Luis Miranda.

 

-¿Qué tan alto es el flujo de envíos que manejan actualmente?

JD: En pre pandemia teníamos llegando a Chile un promedio de 200 mil envíos mensuales. En los últimos meses hemos recibido alrededor de 1.300.000, y ahora a partir de noviembre viene el peak season, que es cuando empieza la temporada estival. Estimamos que esto fluctuará entre 1.500.000 y 1.600.000 envíos, de los cuales muchos son B2C (negocio entre empresa y consumidor), muchos quedan en cadena de custodia y otros en abandono.

-¿Cuál es el principal problema al que actualmente se enfrenta Atrex?

JD: Esta acumulación de envíos ha venido en franco crecimiento durante todos los meses. Hay mucha gente que compra y no sabe qué está pagando. No saben si los impuestos vienen pagados, si necesitan algún tipo de certificado. Entonces eso llega acá y entendiendo el aumento de volumen, se produce una presunción de abandono. O sea el cliente llega y dice: ‘Ah, pero si tengo que pagar por una crema, si tengo que pagar un certificado, entonces ya no lo quiero’. O te dicen: ‘Ah, yo pensé que estaban todos los impuestos pagados’ y resulta que no era así.

-¿Cuántos envíos son?

JD: De cerca de unos 70 mil paquetes que hoy están en esa condición y que están ocupando espacio que perfectamente podría ser para maniobra o para almacenar productos que realmente debieran estar almacenados. Tenemos paquetes que no llevan uno o dos meses, algunos llevan más de un año.

-¿Cuánto espacio adicional han debido destinar a guardar estas encomiendas?

LM: Son 5.000 m2 los que tenemos en patios de maniobra en el espacio aire, que es por donde nos conectamos con los aviones, y otros 3.000 m2 están en el patio tierra, que es donde los productos ya pasaron por la bodega y están en proceso de traslado para su distribución en el país.

En el patio aire, que es donde está la situación más crítica, tenemos 2.000 m2, de los cuales prácticamente la mitad está copado de sacos y rumas de envíos que están en presunción de abandono.

-¿Qué ocurre en esos casos? ¿Cuál es el protocolo a seguir con paquetes que llevan uno o más años abandonados?

LM: Todo esto está en una zona primaria del aeropuerto, es decir que no está ingresado al país aún. Para esto se necesita una autorización de Aduana que se hace regularmente a través de documentos oficiales. Pero como quedan en abandono, quedan retenidos antes de ser liberados.

Pasados 30 días, comienzan a estar en presunción de abandono, lo cual implica que el paso siguiente es ir a un loteo donde el Servicio Nacional de Aduanas los remata, pero todos aquellos que no va a remate porque es de muy bajo valor, se va a destrucción. Y hay una tercera opción que se está empezando a promover, que es la posibilidad de donar estos envíos dado que muchos de ellos podrían tener utilidad en organismos de beneficencia.

Pero cualquiera de estas alternativas no dependen de que yo lo determine como operador. Es el Servicio Nacional de Aduanas el que tiene que determinarlo.

-¿Y por qué no lo han hecho?

LM: Aduanas no tiene recursos humanos dado que, debido a la pandemia, gran parte de los funcionarios están trabajando desde sus casas y eso no les permite tener acceso a los bultos que tienen que revisar. Y además se le da prioridad al flujo de envíos que están ingresando regularmente.

Esto quedó como un pendiente que hoy se transformó en un potencial colapso del sistema debido a que no tenemos espacio donde guardar.